Soy una mujer guapa y con un buen cuerpo a mis 45 años. Tengo dos hijos y viví con mi esposo 28 años. Me casé joven.
Cuando comenzamos, le descubrieron una grave enfermedad y lo ayudé a salir adelante. Me desgastaba estudiando, trabajando, haciendo el quehacer del hogar, cumpliendo como mujer... Y, ¡boom!

Un día se me acercó y me dijo: "Ya no te quiero, estoy saliendo con otra, deberíamos separarnos".
Yo solo sonreí y le dije: "He esperado mucho tiempo ese momento".

Aventé los trastes que en ese momento lavaba y salí tranquilamente sin ningún remordimiento.

Ahora disfruto la vida de soltera, comparto mucho más tiempo con mis hijos y amigas, cuido mi cuerpo y mi salud. Desde ese día volví a vivir