Según la leyenda, en 1971, Rebeca se despidió de su novio cuando él partió hacia el mar, prometiéndole que regresaría. Sin embargo, esa misma noche, una tormenta tropical inesperada provocó el naufragio de su barco, y nadie sobrevivió.

La joven mexicana pasó años esperando todas las tardes en el puerto de San Blas, Nayarit, con la esperanza de verlo regresar, pero nunca lo hizo. Fher Olvera, el cantante de la banda Maná, la conoció mientras ella vendía ropa para muñecas y dulces en Puerto Vallarta. Impactado por la conmovedora historia, Olvera y el resto del grupo decidieron componer la canción "En el muelle de San Blas".

Esta leyenda tuvo un impacto tan profundo en la comunidad que, tras la muerte de Rebeca en 2012, se llevó a cabo una ceremonia pública para inaugurar una estatua en su honor.